Viajemos al centro... de MI MUNDO.
- A.P.
- 17 nov 2016
- 3 Min. de lectura
Todos tenemos un sitio en el mundo que es preciado. Al estar ahí nos sentimos tan bien que el aire que respiramos es más puro, creemos que la vida es mejor y que los problemas que en otros lugares nos parecen imposibles de solucionar pasan a segundo o incluso desaparecen.
Algunos encuentran esa tranquilidad lejos de casa y otros la encontramos a pocos kilómetros (bueno lo de pocos es relativo). Este post es una "recomendación" para visitar mi lugar especial.
Hace unos años, empecé a visitar NAZARÉ, sí Nazaré y no Nazaret, que yo no he salido del continente para nada. Pocos países he visitado pero entre esos pocos, Portugal en especial está explorado de cabo a rabo y así descubrí MI PARAÍSO.

NAZARÉ
¿Qué tiene de especial este pueblo costero portugués? NADA, absolutamente nada, pero cuando pasas todos los veranos (bueno, más bien todos los periodos vacacionales durante el año) de tu vida metida en una aldea pues cualquier pueblo con una playa y algo de encanto te parece lo mejor que has visto en tu vida. Y allí que fui yo la primera vez con los ojos bien abiertos para no perderme ningún detalle.
Durante el día
La playa.. Típica playa grande, con arena normal y con agua helada que con solo meter un dedo de pie se te congela el alma. Y si no os gusta la playa, siempre podéis optar por sentaros en las múltiples terrazas mientras os refrescáis con una bebida fría (aprovechad que las cervezas son baratas para hartaros a beberla) o un helado, porque el calor está presente durante todo el día. Al lado de la playa, hay un montón de comercios abiertos ¡hasta por la noche! Para comer y cenar, como recomendación, los restaurantes al lado del paseo son los indicados para comer marisco como si no hubiese un mañana.
Pero no solo se limita a tener una playa y marisco. Si subimos a la parte de arriba (en el teleférico, aunque es un poquito caro, pero una vez es una vez, a las siguientes ¡andando o en coche!) encontramos el mirador desde el que podemos ver todo. En esta parte también encontramos un faro, un precioso faro rojo (para entrar hay que pagar 1€, si así va todo a base de dinero, pero bueno.. está bien para entrar una vez, sacarte 100 fotos para Instagram o Facebook y listo).

Durante la noche
Se ilumina todo el paseo y se puede disfrutar de animación de todo tipo y para todas las edades: desde pintores callejeros que pintan paisajes en pequeñas baldosas y colchonetas hinchables para los más pequeños hasta conciertos de diferentes grupos (según que días). Y puedes aprovechar a comprar de todo durante la noche porque las tiendas están abiertas. Esto todo si vas en familia, ¿y si vas con amigos? Pues por los carteles que he visto pegados en las farolas sí que hay discotecas y bares, algunos sí que he visto, pero de lejos sin acercarme mucho, porque a ver a donde voy yo sola de fiesta o aún peor con mi familia...
Lo curioso (o por lo menos curioso para mi) de este pueblo es que puedes ir sin realizar ninguna reserva en ningún apartamento o hotel (que también está la opción) porque verás por las calles gente sentada con carteles y anuncios en las casas informando de que se alquilan habitaciones o incluso pisos completos.
Para mí es un pueblo que guarda muchos recuerdos, que me transmite tranquilidad y el cual recomiendo a todos aquellos que no se atreven a ir a Portugal, porque queridos en la costa se habla de todo menos portugués así que por el idioma pocos problemas tendréis.
Comments